Uno de esos días corrientes, hoy vino cansado del entrenamiento y con la cara roja. Se emplea a fondo.
Ah, no os dije que juega al baloncesto y su hermano mayor también.
Como todos los días cogió la máquina y se dispuso a pincharse, me dijo que no tenia por qué estar presente cada vez que se pinchase y sé por lo que lo decía. No quiere que vea sus gestos cuando lo hace, porque sabe que me doy cuenta cuando lo pasa mal.
Le volvió a doler y le salió una gotita de sangre, el lo tiene asumido, pero yo...
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